Saludable, cardioprotectora, vitamínica y, sobre todo, de exquisitos sabores y texturas, la cocina del aceite es de las más amplias y sabrosas del mundo.
Una alimentación equilibrada debe contar, por supuesto, con todos los principios inmediatos (proteínas, hidratos de carbono y grasas), cuyos mínimos deben respetarse siempre. De hecho, ante enfermedades metabólicas como la diabetes no deben eliminarse del todo las féculas ni prescindir de las grasas en los casos de aumento de colesterol o de obesidad. Por otra parte, debe saberse que el aceite de oliva es parte importante de todo buen tratamiento alimentario para la obesidad y sus complicaciones así como para evitar el colesterol malo y la prevención de las enfermedades coronarias.